All good things

El divorcio existe porque el matrimonio existe. En esta unión está la desunión de la pareja. Un matrimonio es el compromiso más largo que se puede tener y a la vez el más complicado.

All Good Things es un filme que trata sobre un matrimonio que empieza siendo desigual porque él tiene dinero y a ella se la puede considerar como clase media. Ya de entrada hay un problema social que se pretende ignorar por los casados como si el matrimonio fuera la venda para cualquier herida.

Basada en hechos reales, All Good Things nos sumerge en un buen misterio que se torna interesante mientras se desarrolla el filme. Andrew Jarecki logra el aislamiento que una pareja puede tener así como los conflictos a los que pueden llegar. Simplemente estamos preparados para lo obvio que ocurrirá. Y a medida que avanza la película, avanza también su fotografía. Es un logro que ambas vayan de la mano, ambas vayan convirtiéndose en sombrías para lo que tiene que ocurrir cuando el dinero se pone de por medio en una relación.

Y es que el dinero lo puede todo, inclusive acabar a las personas. El filme podemos decir que se divide en dos partes: la que nos lleva a los hechos y después de los hechos. La que nos lleva a los hechos está muy bien trabajada. Tiene los elementos de un buen thriller que entretiene y mantiene al borde al espectador. Pero el después de los hechos parece un intento del director por querer abarcarlo todo, y al mismo tiempo pierde el hilo de la historia y la vuelve un poco inverosímil. Si así fueron los hechos, que bueno. Pero aunque la realidad sea aburrida, el cine tiene la obligación de transformar esa realidad en algo más, y esa segunda parte de la película no es nada más que falsa. Si se hubiera culminado antes con el filme, que sí era factible, hubiera terminado en una nota alta. Pero por eso es que all good things have bad endings.

Ficha Técnica.-

Dirigida por
Andrew Jarecki

Escrita por
Marcus Hinchey y Marc Smerling

Protagonizada por
Ryan Gosling, Kirsten Dunst y Frank Langella